Volodimir Zelenski confía en dar forma a un ‘Plan Marshall’ a la ucraniana para reconstruir su país. En la reunión en Roma de la llamada ‘Coalición de los Voluntarios’, el presidente pidió a sus «verdaderos socios» colaborar en un programa para ayudar a Kiev a salir adelante, incluso sin que haya terminado la guerra.
Ese plan, del que aún no se conocen demasiados detalles, partiría de un concepto clave. La utilización de los activos rusos congelados por la UE y otros actores internacionales en la cadena de sanciones a la economía del Kremlin desde que invadieran Ucrania en febrero de 2022.
No usando los beneficios financieros que generan estos activos bloqueados como se ha hecho hasta ahora, sino tirando de los propios fondos, para «acelerar» el proceso de reconstrucción, matizaba Zelenski.
Alemania ya ha respondido, en boca de su canciller, Friedrich Merz. El recientemente elegido como jefe del Gobierno teutón ha puesto precio a la «compensación» que Rusia debe pagar a Ucrania si quiere volver a disponer de todos los fondos bloqueados o congelados.
Para Alemania, Rusia debe pagar al menos 500.000 millones de euros para volver a tener acceso a la milmillonaria partida económica congelada desde el comienzo de la guerra.
Los últimos análisis globales cifran en alrededor de 260.000 millones de euros la cantidad dineraria procedente de Rusia que Europa, EEUU y entidades como el G7 han ordenado bloquear en el extranjero desde 2022.