Alcaraz niega las dudas con un espléndido estreno en Roma ante Lajovic

Queda por ver cómo Jannik Sinner regresa de su sanción por dopaje y ha aparecido una protección en su muslo derecho, pero Carlos Alcaraz sigue siendo el favorito para el próximo Roland Garros. Tres semanas después de su último partido, la final del Trofeo Conde de Godó, el español reapareció este viernes en la segunda ronda del Masters 1000 de Roma y lo hizo con el posado imperial de las estatuas que rodean el Foro Itálico. La raqueta afilada, la mente en su sitio.

Ante Dusan Lajovic fue el Alcaraz que tiranizó a sus rivales en Montecarlo y en Barcelona hasta que el cuerpo le pidió un descanso; el mismo, sin contrapuestas.

Si la lesión que le obligó a renunciar a jugar en Madrid generaba dudas sobre su candidatura en el Grand Slam parisino, ya parecen olvidadas. Tan rápido como en los días buenos y más concentrado si cabe, cerró su primera victoria en el torneo italiano por un doble 6-3 en una hora y 22 minutos y avanzó a una tercera ronda en la que se enfrentará a Laslo Djere.

Hubo un golpe que fue resumen del bueno momento de Alcaraz pese a las recientes molestias: la derecha. Al inicio de la gira en tierra batida, en sus primeros encuentros en Montecarlo, el ahora número tres del ranking mundial falló en exceso, precipitado e inexacto. En Barcelona mejoró mucho hasta recordar al campeón de Roland Garros del año pasado, aunque en en la final hubo errores. Este viernes en Roma, con su derecha hizo y deshizo con su mejor golpe.

Consciente de que era sólo su primer partido, Alcaraz quiso alargar los intercambios -realizó muy pocas dejadas- y eso permitió observar su alta velocidad de bola y cambios de altura de todo tipo. El debut perfecto para alejar la incertidumbre.