Urtasun prepara la imposición de cláusulas de género para acceder a subvenciones y contratos públicos del Ministerio de Cultura

El Ministerio de Cultura se encuentra en la fase final del que será su primer Plan de Igualdad. Aunque hay dos medidas que ya están puestas en marcha -un protocolo para la prevención del acoso sexual y una unidad de atención y prevención de las violencias machistas en el sector cultural-, el departamento que dirige Ernest Urtasun se encuentra cerrando el resto de medidas que completen el texto.

Según ha podido saber EL MUNDO, entre esas medidas se está planteando la imposición de cláusulas de género para poder acceder a las subvenciones y a los contratos públicos del Ministerio. Según recoge el Instituto de la Mujer, dependiente del propio Gobierno de la Nación, esas cláusulas de género suponen incrementar el número de mujeres trabajadoras, emplear a mujeres en sectores masculinizados, eliminar las desigualdades salariales entre géneros, evitar el uso de lenguaje sexista, aumentar el número de mujeres en puestos de responsabilidad o emplear a mujeres vulnerables o con discapacidad.

Fuentes del Ministerio de Cultura confirman a este diario que efectivamente esa es la línea en la que se está trabajando en este campo aunque las medidas aún no están plenamente establecidas porque faltan los últimos flecos para cerrar el Plan de Igualdad en su totalidad. Las intenciones del equipo de Urtasun era haber presentado ya dicha normativa, pero se hará con algo de retraso por problemas de agenda aunque será próximamente, según las mismas fuentes.

«El Plan de Igualdad incorpora acciones que ya se están desarrollando y otras nuevas relativas a las subvenciones, la contratación pública, los concursos para puestos de direcciones artísticas y el fomento de la creación y visibilización de las mujeres artistas», afirmaba el pasado 14 de noviembre el ministro en su comparecencia en la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados, coincidiendo con el primer aniversario del Gobierno de coalición de PSOE y Sumar. Entre esas nuevas se encuadra la imposición de esas clausulas de género.

Este Plan de Igualdad es uno de los trece ejes del Plan de Derechos Culturales que el Ministerio ha empezado a elaborar desde la llegada de Urtasun y de la nueva directora general de Derechos Culturales, Jazmín Beirak. Sin embargo, las medidas referentes a la igualdad de género se articularán como «un plan autónomo» y «actuará como hoja de ruta para ordenar las acciones ministeriales en materia de igualdad«, apuntaba Urtasun en su intervención parlamentaria.

En la elaboración de este plan, el Ministerio de Cultura ha contado con la participación delas asociaciones integradas en el Observatorio de Igualdad de Género en el Ámbito de la Cultura, entre las que se incluyen la Asociación de Mujeres de la Industria de la Música, Mujeres en las Artes Visuales o CIMA. Pero también con representantes del sector editorial, de los videojuegos, de la mediación cultural, de los festivales de música o de las asociaciones profesionales.

Tras conocerse los primeros casos de abusos sexuales en la industria, que apuntaban hacia Carlos Vermut o Ramón Paso, el pasado mes de mayo, Urtasun ya anunció la creación de una Unidad de prevención y atención contra las violencias en el sector audiovisual y cultural. En colaboración con la Academia del Cine, esta medida destina 60.000 euros anuales para dar respuesta a las situaciones de abuso y agresión sexual, presentes y futuras, dentro del sector.

Esa unidad atiende tanto a víctimas de esa violencia como a aquellas que hayan presenciado o conozcan un caso de violencia machista en el sector cultural. Para ello, el Ministerio de Cultura ha puesto en marcha un teléfono gratuito y un correo electrónico con «total confidencialidad» y donde no exige una denuncia previa para señalar el caso.

En los últimos meses, son varios los casos de abusos o agresiones sexuales denunciados dentro del sector cultural. A los citados Vermut y Paso, se han sumado la investigación de la Academia del Cine Catalán al director Eduard Cortés por acoso a una fotógrafa, la expulsión del fundador de la Escuela Juan Codina de teatro tras ser acusado de violación, el despido de un actor de la obra de teatro La gaviota del Centro Dramático Nacional por un caso de abuso sexual o la expulsión del guitarrista de Lendakaris Muertos, Iván Carmona, por tocamientos denunciados por una chica.