Reunión de madrugada en el Bernabéu para tratar el futuro de Xabi Alonso: el Madrid ya sondea el mercado de entrenadores

La madrugada del domingo al lunes fue larga en el Santiago Bernabéu. La derrota del Real Madrid ante el Celta, 0-2, y la imagen del equipo, sin actitud en la primera hora, desquiciado en el tramo final y sin fútbol durante toda la noche, dejaron a Xabi Alonso en una situación crítica. Según pudo saber este periódico, después del encuentro los máximos responsables del conjunto blanco estuvieron reunidos durante varias horas en los despachos de Chamartín decidiendo si el técnico seguía en el puesto o no.

El conjunto blanco acumula una victoria en las últimas cinco jornadas de Liga y ha pasado de liderar el campeonato con cinco puntos de ventaja sobre el Barça a estar a cuatro de su máximo rival. Todo en poco más de un mes. De la reunión, que duró más allá de la una de la madrugada, salió una reflexión: el partido contra el Manchester City es la última oportunidad para Alonso, la relación entre el vestuario y el técnico es irreparable… Y el Madrid ya está ojeando el mercado de entrenadores para sustituirle. En la lista de favoritos, dos nombres: Zinedine Zidane y Jürgen Klopp.

El despido del técnico vasco estuvo sobre la mesa de esa charla de la manera más clara y directa de la temporada. Hace una semana, antes del partido ante el Athletic Club, se hablaba internamente de un examen final de siete días y tres partidos, contando el duelo de San Mamés, el del Celta y el del City. De momento, una victoria y una derrota, pero el desastre ante el cuadro vigués encendió la mecha de más de un responsable, que quería prescindir de Alonso antes del encuentro ante los de Guardiola, en la misma noche del domingo.

La relación con el vestuario, rota

Al final, y tras la división de opiniones en la cúpula del club, ganó la idea de aguantar a Xabi hasta el miércoles, aunque comenzó a sondearse el mercado de técnicos desde esa madrugada. Todo sabiendo que gran parte del vestuario está a la contra con el entrenador, algo insostenible en un equipo con el funcionamiento del Madrid. La reunión de Atenas y su supuesta conjura han desaparecido.

La rueda de prensa del técnico tampoco ayudó a calmar los ánimos de la zona noble. «Un partido malo en casa se puede tener», declaró el vasco ante los medios, poniendo la lesión de Militao como una de las justificaciones para la mala primera hora: «Nos costó recuperarnos anímicamente de eso». Esas dos frases no cayeron bien.

«Por supuesto», respondió a la pregunta sobre si se veía con fuerzas para continuar. «¿Se juega el puesto el miércoles ante el City?», le cuestionaron los medios. «Nos jugamos tres puntos«, contestó, contundente. Una respuesta de alguien que asume su complicada situación.

La noche del domingo fue caótica para los blancos y para Xabi. Después de una hora de partido desastrosa, el equipo entró en bucle contra el árbitro, terminó con dos futbolistas menos sobre el césped y con un tercero, Endrick, también expulsado por protestar.

«Nos han desquiciado las decisiones del árbitro. La expulsión de Fran, luego ralentizaban el juego y no les advertía, estaba muy permisivo… No me ha gustado la actuación y luego la tarjeta a Álvaro la ha sacado con muchas ganas. Nos ha descontrolado y nos ha sacado en esas fases del partido», aseguró el técnico, muy crítico con el colegiado Alejandro Quintero.

La reacción, tímida, llegó tras la expulsión de Fran García. Ahí los futbolistas comenzaron a presionar durante unos minutos y Mbappé pudo empatar con una vaselina que se fue alta, pero el Celta sentenció en el descuento, ya con Carreras expulsado. «La reacción ha sido cuando nos hemos quedado con uno menos, ahí el equipo ha apretado, ha corrido… Estamos enfadados y entendemos que la gente también. Es responsabilidad de todos».