Copiar algo, en cualquier ámbito de la vida, implica un importante riesgo: que el resultado sea peor que la idea original. Ello es precisamente lo que les ha ocurrido a las tropas rusas en Ucrania.
Desde que hace ya casi cuatro años, Rusia diera comienzo a la guerra con la invasión militar de territorio ucraniano, ambos bandos se han afanado en desarrollar tácticas para incrementar la eficacia de los drones.
Las fuerzas ucranianas le han tomado la delantera a las rusas en ese sentido al desarrollar un truco a través del que pueden utilizar los drones para espiar al enemigo con mucha mayor precisión.
Tal y como recoge el medio de comunicación húngaro Portfolio, la estrategia ucraniana consiste en esconderse a lo largo de las carreteras utilizadas por los vehículos rusos portando drones FPV de bajo coste.
Para evitar ser descubiertos por las tropas rusas al llevar a cabo este truco en el uso de los vehículos no tripulados, los soldados ucranianos suelen servirse de la cobertura que les proporciona la vegetación de la zona.
La táctica es simple, cuando un objetivo ruso pasa junto a la zona en la que los efectivos ucranianos se encuentran escondidos, estos los persiguen a toda velocidad para poder perjudicar al enemigo.
Las fuerzas rusas han tratado de imitar a las ucranianas con esa estrategia. Sin embargo, los resultados no han sido los esperados. Los soldados rusos estacionaron varios drones en las proximidades del frente, pero los combatientes ucranianos se dieron cuenta de la presencia de los vehículos no tripulados.
En un vídeo compartido por las fuerzas ucranianas, se puede observar cómo, una vez que los soldados ucranianos detectaron los drones rusos, lanzaron granadas contra ellos. Al tratarse de vehículos no tripulados de bajo coste, es prácticamente seguro que el armamento ha quedado inutilizado por el ataque ucraniano.
