Jerry Bruckheimer: «Javier Bardem no solo en un gran actor y un tipo muy guapo, además es el más simpático, divertido y positivo de todo el ‘Star-system'»

Jerry Bruckheimer (Detroit, 1943) ha pasado de demonio a ángel en lo que han tardado los boomers en hacerse con el poder. El padre del blockbuster moderno fue señalado en los 80 como directo responsable de la infantilización de la industria del cine por culpa de películas como Flashdance, Top Gun o Superdetective en Hollywood. Luego llegarían La Roca, Armageddon o Piratas del Caribe. Y así hasta que, pasados los años, la nostalgia convirtió en oro todo lo antes hacía daño. Ahora, con F1, de Joseph Kosinski, a punto de desembarcar en la plataforma Apple+, el productor de productores reflexiona sobre el futuro de los cines, la IA y el esforzado e inexplicable misterio de ser una estrella.

Siempre se ha dicho que el cine y el automóvil nacieron a la vez en una cadena de montaje… ¿Tiene explicación su fascinación por los coches desde Días de trueno a F1?
Está en mi ADN. Me crié en Detroit, la capital del automóvil.
Es raro hoy día ver una película destinada al gran público que no sea una secuela o parte de una fanquicia. No es el caso de F1. ¿Se está quedando Hollywood sin ideas?
No lo sé, solo puedo hablar por mí y lo único que puedo decir es que este negocio no tiene sentido si no hay riesgo. En este caso, muy pocos confiaban en la película. Los aficionados a la Fórmula 1 en Europa estaban convencidos de que no entendíamos nada. Además, en Estados Unidos, tampoco es un deporte y una marca muy reconocibles. Pero luego las cosas empezaron a encajar. De entrada, Apple+ en vez de estrenarla en su plataforma inmediatamente, la mantuvo en los cines y se convirtió en una de las pocas producciones que aguantó los meses de julio y agosto en IMAX, que es la mejor manera de verla y disfrutarla.
Ha mencionado las salas de cine, la gran cuestión hoy. ¿Siente nostalgia de ese tiempo en que no se competía con el streaming?
Cuando era niño, mi madre me dejaba en el cine un sábado con 10 u 11 años y veía dos películas y un cortometraje. Esa experiencia no la cambio por nada y me gustaría transmitírsela a las nuevas generaciones. Por eso hago películas ahora como Top Gun Maverick o F1. Y, pese a los malos presagios, ves que la gente responde. No todo está perdido. Si la experiencia vale la pena, los cines van a seguir llenándose.
Su nombre se asocia al cine High Concept, de Alto Concepto, que fue la bandera de los blockbusters en los 80…
Sí y es una idea muy sencilla. Se trata de que puedas describir una película en una única línea. Es muy simple.
De hecho, hay quien le ha culpado de esa simplicidad. Incluso ese tipo cine ha sido señalado como la gran traición al Nuevo Hollywood de los 70, de Coppola, Scorsese o Bob Raphelson. ¿Le parece justo?
No. Fue una época en la que tuvimos suerte. Las condiciones del negocio eran otras. Las películas, las buenas y las malas, tenían más oportunidades. Ahora, puedes llevar mucha gente el primer fin de semana, pero si la película no funciona se acabó. Las redes sociales funcionan a la perfección y no hay forma de engañar al público con campañas de marketing. En los 80, algunos responsables de la publicidad me lo decían claramente: «Les engañamos». Ellos sabían cuándo algo no era bueno, pero sabían hacer su trabajo. Eso hoy no es posible.
Trabajó con Paul Schrader en American Gigolo y Schrader es de los que piensa que el tiempo de las salas de cine ha acabado.
El streaming lo que ha hecho es poner una cocina en cada casa. Ahora solo sales al cine o al restaurante si el menú es extraordinario, si vale la pena la experiencia. Antes te alimentabas en las salas de cine. Ahora no es así. Para salir tienes que tener la seguridad, por tus amigos o por quien sea, de que vas a disfrutar. No vale la pena lamentarse de la realidad.
Ha trabajado con Tom Cruise, Eddie Murphy, Johnny Depp, Brad Pitt… ¿Qué hace que una estrella lo sea?
Lo primero, que sea buen actor. Lo segundo, que sea guapo. Y lo tercero… No hay explicación para lo tercero. Tiene que tener una magia inexplicable. Ocurre y ya.
¿Qué tienen en común el joven Tom Cruise de Top Gun y el veterano Tom Cruise de Top Gun Maverick?
Su conocimiento del trabajo. Tom es especial. Con el tiempo ha desarrollado una sabiduría única en todas las facetas de su oficio. Lo sabe todo de todo, desde el marketing al guion pasando por cada proceso de producción. Es mejor productor de lo que yo seré jamás. Y también es el mejor de los actores y el mejor de los especialistas. Puede hacer el trabajo de todos en el plató mejor que ellos. Cuando haces una película con él, más te vale tener a los mejores a tu alrededor, porque los detecta de inmediato.
¿Diría que Javier Bardem forma parte de ese grupo de estrellas?
Sin duda. Es una actor brillante, uno de los mejores. Además es muy guapo. Y no solo eso. Es sin duda el más simpático, divertido y positivo de todo el Star system. Puro carisma. No siempre interpreta personajes que amas, pero esas son decisiones que él toma.
Por cierto, todos son hombres… ¿Hollywood es machista?
Ciertamente hay más estrellas masculinas que femeninas, pero eso está cambiando poco a poco. Hay más directoras y más actrices..
¿Es la IA una amenaza o una oportunidad?
Es simplemente una herramienta. No puedo ver el futuro, pero llegará antes de lo que pensamos que en Silicon Valley se creará una película con personajes totalmente digitales basados en actores reales. Lo que quiere decir que lo único seguro es que habrá todo tipo de litigios.
¿Le preocupa la deriva conservadora de su país? ¿Cómo cree que afectará al Hollywood liberal?
Mientras hagamos películas y series de televisión que la gente quiera ver, no habrá problema. Las discusiones políticas llegan hasta donde alcanza el dinero. Se harán películas liberales y conservadoras y le aseguro que unas y otras se dejarán de hacer en cuanto la gente deje de pagar por ellas.
¿Por qué nunca ha hecho una película de superhéroes? ¿Es de los que creen que su tiempo ha pasado?
Cualquier forma de entretener a los niños, en lugar de que estén por la calle, es genial para todos. Hay una parte del público, muy grande, que las ama y todos queremos que se llenen los cines. Nada más que decir al respecto.