El PP se enreda al intentar justificar el veto a los actos islámicos en Jumilla

La contemporización del Partido Popular con algunos de los postulados más radicales de la extrema derecha en su pugna con Vox por el mismo electorado está generando situaciones incómodas en la dirección de Alberto Núñez Feijóo. Este jueves, los dirigentes populares hicieron todo tipo de equilibrios para no desmarcarse de la moción aprobada el 28 de julio por el propio PP en Jumilla (Murcia) vetando los actos de la religión islámica en la localidad y, a la vez, tratar de presentarse como un partido tolerante, alejado supuestamente de las posturas xenófobas del partido de Santiago Abascal. Pero hasta la Conferencia Episcopal, una institución habitualmente en sintonía con los conservadores, censura la iniciativa de la localidad murciana que fue inicialmente impulsada por Vox.

El texto aprobado, que finalmente fue una enmienda del PP al presentado por la extrema derecha, utiliza términos claramente excluyentes. El primer punto habla de una supuesta “identidad” española, sin especificar a qué se refiere, y dice respetar únicamente la religión “tradicional” del país que, aunque no se concreta en la iniciativa, se refiere a la católica. Lo que pide literalmente es lo siguiente: “Instar al equipo de gobierno a promover actividades, campañas y propuestas culturales que defiendan nuestra identidad y protejan los valores y manifestaciones religiosas tradicionales en nuestro país”.

El segundo punto es el que veta actos religiosos del Islam que hasta ahora se celebraban en recintos municipales, aunque el texto final, fruto de la corrección del PP, evita mencionar a la religión musulmana. En concreto, la moción establece que “el uso” de las instalaciones del consistorio sea “exclusivamente para el ámbito deportivo o actos y actividades organizadas por el Ayuntamiento de Jumilla, y en ningún caso para actividades culturales, sociales o religiosas ajenas al Ayuntamiento”.

A lo largo de la semana el equipo de Feijóo ha evitado desmarcarse de sus compañeros de la localidad murciana, pero sostiene que el PP es un partido que respeta otras religiones, además de la católica. Para defenderse de la polémica generada por la iniciativa xenófoba, el vicesecretario de Educación e Igualdad de los populares, Jaime de los Santos, se limitó a argumentar que “lo que se ha aprobado en el Ayuntamiento de Jumilla no ha contado con el voto afirmativo del partido Vox”. En realidad, el partido de Abascal fue el que impulsó la moción que en el título especifica que es “sobre la defensa de los usos y costumbres del pueblo español frente a las prácticas culturales foráneas, como la fiesta del cordero, y modificación del reglamento de uso y funcionamiento de instalaciones deportivas municipales”. Pero luego no apoyó el texto final, que fue el redactado por el PP.

El “partido constitucionalista de España”

“Es falso que el Partido Popular vaya a señalar a nadie por su credo, porque es absolutamente inaceptable que se pretenda hacer pasar al Partido Popular por un partido xenófobo”, añadía De los Santos, que pese a ser repreguntado por la prensa evitó en todo momento criticar la moción que prohíbe los actos islámicos en instalaciones municipales de Jumilla. Es más, su estrategia es presentarse como la víctima de una suerte de campaña del Gobierno y del propio Vox contra el PP. De los Santos llamó así a decir “no a las noticias falsas y no a las cuestiones grandilocuentes que pretenden incendiar un país que es ejemplar, porque España es un país ejemplar a pesar del Gobierno que tiene”.

“El Partido Popular es el partido constitucionalista de España que va a respetar siempre cualquier decisión que tome cualquier ciudadano en cualquier índole y, por tanto, nunca vamos a señalar a nadie por lo que crea o por lo que rece. Y lo mismo que yo como católico pido respeto a mi fe, ¿cómo no voy a respetar cualquier otra fe?”, añadió De los Santos ante otra pregunta de los medios, de nuevo evitando desmarcarse de la iniciativa aprobada por sus compañeros murcianos.

Pocos minutos después, otro de los principales dirigentes del PP, el coordinador general, Elías Bendodo, llegaba incluso a defender la iniciativa aprobada en Jumilla. “La resolución son solo dos puntos en los que no hay ninguna referencia a ninguna religión ni ningún rito. El PP es un partido constitucionalista que respeta las creencias de todo”, afirmó. Obvió el enunciado de la moción, en la que se cita literalmente la “fiesta del cordero islámica”, Eid al-Ada, y que en realidad se trata de una iniciativa de la extrema derecha pensada expresamente para ir en contra la comunidad islámica de Jumilla.

Bendodo reivindicó la postura de su partido después de que el Gobierno anunciara que vigilará y “seguirá de cerca” los discursos de odio que se generen tras la prohibición de las celebraciones islámicas en la localidad murciana. El Observatorio contra el Racismo y la Xenofobia (OBERAXE), que depende del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, rastreará las manifestaciones de odio que “puedan derivarse o potenciarse a raíz de estas iniciativas”. El departamento de Elma Saiz considera que iniciativas como la aprobada en Jumilla “atentan contra la libertad y dignidad de las personas”, así como la libertad religiosa y de culto blindada en la Constitución. “Trabajamos por una sociedad libre de discriminación, racismo y xenofobia”, recalcaron este jueves.

El Ministerio de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes se sumó a la condena de esta iniciativa islamófoba de Vox, calificándola como “un nuevo ejemplo de la deriva extremista y excluyente de los gobiernos de la derecha con la ultraderecha”. Fuentes del departamento que dirige Félix Bolaños recordaron la prohibición de obras de teatro, películas y revistas que han caracterizado las políticas culturales de los ayuntamientos regidos por PP y Vox desde su proliferación en junio de 2023. “Su proyecto es imponer un modelo político y social contrario a la Constitución en el que no está a salvo nadie que no comparta sus postulados o sus creencias”, denuncia el Gobierno.

Una moción “inaceptable” para los obispos católicos

A media mañana de este jueves la Conferencia Episcopal española, el máximo órgano de la iglesia católica en España, también lanzó un comunicado cargando contra la iniciativa del PP. Para los obispos españoles la moción es “inaceptable” porque “las manifestaciones religiosas públicas, entendidas como libertad de culto, están amparadas por el derecho a la libertad religiosa, un derecho humano fundamental protegido por la Constitución”. “La única intervención posible por parte de las autoridades públicas es la perturbación del orden público que estas celebraciones puedan causar”, matiza la Conferencia Episcopal, que en cualquier caso aclara que no puede tratarse de decisiones “arbitrarias o ideológicas”.

Los representantes del culto mayoritario en España entienden que no hay diferencias entre restringir las manifestaciones religiosas católicas como, en este caso, las musulmanas, que en el argumento esgrimido por la propuesta aprobada por el PP tiene como objetivo salvaguardar las “costumbres del pueblo español frente a las prácticas culturales foráneas”. “La limitación de estos derechos atenta contra los derechos fundamentales de cualquier ser humano, y no afecta solo a un grupo religioso, sino a todas las confesiones religiosas y también a los no creyentes. Hacer estas restricciones por motivos religiosos es una discriminación que no puede darse en sociedades democráticas”, zanjaron.