Una pareja de compradores primerizos se llevó una pequeña sorpresa cuando los antiguos propietarios de su nueva casa se llevaron algo inesperado. Elise Wassell, de 22 años, y George Larder, de 23, se mudaron a un nuevo hogar junto a su hija de ocho meses en junio.
Todo iba perfecto cuando recibieron las llaves, según ha publicado el medio Index.hu, hasta que notaron que faltaba algo: los antiguos dueños se habían llevado los rodapiés que cubren el borde de la pared con el suelo, en el salón y la cocina.
Los anteriores propietarios se los habían llevado al mudarse, lo cual le pareció muy extraño, ya que, como comprobaron posteriormente, los habían incluido en el precio. Al no encontrarlos en ningún lugar de la propiedad, Wassell informó del problema a su abogado.
Wassell explicó que ella y su pareja habían visitado la propiedad tres veces antes de comprarla, y que los rodapiés seguían en su sitio, como se puede apreciar en las fotos.
«Me quedé aún más confundida cuando vi que habían dejado la mitad del rodapié en la cocina. ¿Por qué no se lo habían llevado todo? Todo en la casa estaba asqueroso, cubierto de polvo. Mi hija pequeña trepa, así que necesito el rodapié. Es realmente decepcionante porque, cuando miro hacia atrás, los dueños anteriores fueron muy amables cuando los conocí en persona», dijo la mujer.
El abogado de los nuevos dueños negoció con el vendedor, pero este se negó a pagar por los daños que habían dejado. Los jóvenes padres terminaron mirando el lugar del rodapié durante seis semanas, hasta que un amigo les pegó unos nuevos por 300 libras (unos 344 euros).