Es una empresa desconocida en España a pesar de que acaba de comprar negocios a algunas de las mayores empresas de alimentación y distribución del mundo. NewPrinces no ha sonado, al menos hasta el momento, dentro del sector del gran consumo español, pero en Italia, su país de origen, acaba de hacerse con el control de la red de supermercados del grupo francés Carrefour. Lo ha hecho después de adquirir varias marcas a la multinacional Kraft, así como uno de los centros de producción en el mercado transalpino de Diageo, la compañía detrás de bebidas alcohólicas como Johnnie Walker o J&B. Unos movimientos relevantes porque señalan su voluntad de controlar los diferentes eslabones de la cadena alimentaria, desde la producción de alimentos hasta su comercialización al consumidor.
“Con 1.000 millones [de euros] hemos comprado Carrefour, queremos ser la Luxottica de la alimentación”, justificó su presidente, Angelo Mastrolia, en una entrevista tras adquirir las tiendas italianas de la empresa francesa. A EssilorLuxottica le pasa algo parecido: no es conocido como grupo, pero sí por sus marcas, entre las que están las gafas Ray-Ban, Oakley o Vogue y la licencia para comercializar las lentes de Giorgio Armani, Burberry, Chanel o Dolce&Gabbana, entre otras. Y no solo controla las enseñas, sino todo el proceso, desde la fabricación de los cristales y las monturas hasta las tiendas.
Eso es, precisamente, lo que quiere hacer NewPrinces, controlar todo el proceso, desde la fábrica hasta la tienda, algo que es más habitual en otros mercados europeos que en España. Aquí tiene mucho peso la marca blanca, pero los distribuidores no la fabrican ellos mismos, sino que contratan a proveedores, luego ponen su etiqueta y deciden el precio de venta. “Lidl también lo está considerando”, justificó Mastrolia a la prensa italiana. “Nos inspira ese modelo. También la historia de Luxottica, aunque se trate de un sector de productos diferente. Hace treinta años, Leonardo Del Vecchio [el fundador de la empresa de lentes] era solo un fabricante de gafas, pero encontró su destino cuando se dio cuenta de que necesitaba su propia red de tiendas”, justificó.
La compra de Carrefour en Italia
El último paso de NewPrinces ha sido la citada compra de Carrefour en Italia. En total, cerca de 1.000 establecimientos en algunas de las regiones más pobladas del país, como Piamonte, Lombardía, Lazio o la Toscana. Una operación que tiene dobleces desde el punto de vista financiero. NewPrinces explicó, en una comunicación a inversores, que el valor empresarial de la compra alcanza los 1.000 millones, pero, si se tienen en cuenta ajustes de patrimonio y otros extraordinarios, “el valor patrimonial resultante de la transacción es de un euro”.
La compañía italiana también explica el porqué de este movimiento empresarial. “Una vez completada la adquisición, el volumen de negocio consolidado de NewPrinces alcanzará, aproximadamente, 6.930 millones de euros, lo que confirma su posición entre los principales operadores europeos en el sector integrado de alimentación y venta minorista”.
Además, considera que el paso que ha dado es “una de las operaciones estratégicas más significativas en el panorama europeo de la distribución”. El motivo, que le da la “posibilidad de integrar las cadenas logísticas y de producción, como ya han logrado con éxito otras empresas internacionales”. Sus planes pasan por cambiar las tiendas, apostar por su marca propia e integrar todos los procesos logísticos.
En el otro lado de este movimiento, que Carrefour se vaya de un mercado como Italia tampoco pilla por sorpresa. La mayor cadena de distribución alimentaria de Europa lleva tiempo en crisis y planteándose desde la venta de negocios y divisiones –como en este caso– a una integración con alguno de sus competidores. De hecho analizó su fusión con Auchan, la matriz de Alcampo. Esta última también atraviesa su propia crisis, ante el desgaste del modelo de negocio de los hipermercados y ha vendido una parte relevante de su red de tiendas españolas.
El origen de la empresa
Para trazar el origen de NewPrinces hay que remontarse hasta Parmalat, que llegó a ser un gigante de la alimentación en Italia, hasta que protagonizó hace más de una década una de las mayores quiebras del país tras un escándalo corporativo por fraude.
Dentro de esa crisis, Parmalat tuvo que desligarse de uno de sus negocios, Newlat, donde está el germen de esta compañía controlada por Angelo Mastrolia y propietaria de marcas de productos de alimentación de todo tipo, marcas desconocidas en España. Mastrolia, según la prensa italiana, lleva tiempo centrado en la industria alimentaria, pero también lo intentó en el sector inmobiliario.
Sin embargo su salto empresarial ha llegado en los últimos meses. Hace poco más de un año, Newlat compró la cadena de distribución británica Princes (de ahí deriva su nombre) que hasta ese momento estaba bajo el paraguas del grupo japonés Mitsubishi. Valoró esa operación en 700 millones de libras (más de 800 millones de euros al cambio actual). A partir de ahí han llegado más movimientos corporativos, como la compra del negocio de alimentación infantil de Kraft-Heinz en Italia, que incluía un centro de producción en ese país, y un movimiento similar con la citada Diageo.
De cara a los próximos meses, se estaría planteando la salida a Bolsa en Londres, como vía para financiar todo este crecimiento y lograr una inyección de fondos de cerca de 500 millones de libras.