Ribera dice a las claras que las imágenes del hambre en Gaza le recuerdan «a la liberación de Auschwitz»

Teresa Ribera, la vicepresidenta primera y comisaria de Competencia de la Comisión Europea (CE), ha levantado la voz por Gaza como no se ha escuchado hasta ahora en un miembro del Gobierno comunitario. La española, entrevistada por la Cadena SER, ha reconocido su frustración por el hecho de que la comunidad internacional no presione más a Israel para que deje de matar a civiles en la franja palestina (superan ya los 60.000) y, en particular, por que no haya sido Bruselas quien lidere esos esfuerzos. 

A las claras, ha dicho que las imágenes del hambre de estos días le recuerdan «al gueto de Varsovia, a la liberación de Auschwitz», una comparación valiente cuando Tel Aviv carga inmediatamente contra quien rescata el Holocausto en esta crisis. «Es dantesco, inmoral», remarca. Ante la gravedad de lo que ocurre, ha reclamado acciones urgentes del comercio a las sanciones o los tribunales, porque estamos en «una carrera contra el reloj, con gente muriendo de hambre». «Es dantesco, amoral», remarca. «Creo que estamos asistiendo a uno de los peores escándalos desde el punto de vista humanitario», se duele. 

La socialista con más rango en la UE se ha referido al hecho de que ayer los Veintisiete no respaldasen, por el momento, la propuesta del Ejecutivo comunitario de castigar a Israel con la exclusión parcial en el programa científico comunitario Horizonte, por la situación en Gaza y ha confesado que, hoy por hoy, «cuesta mucho movilizar a Europa» porque no hay unidad en este asunto ni en la Comisión ni en el Consejo. Ha calificado de «profundamente insuficiente» lo que Europa hace para frenar esta guerra, hay una «falta de proporción en la respuesta» que ve como un «escándalo». 

No hay capacidad de acción, insiste, que complica que la UE sea el actor que movilice y determine. Empezando por el Acuerdo de Asociación con Israel, que entiende como una herramienta clave. Europa, lamenta, no ha dado pasos para frenarlo y eso es «contrario» a los «valores» comunitarios. «Debemos ser cohetentes», defiende. 

Ribera ha explicado que en el consejo de comisarios, el equivalente europeo al consejo de ministros, ha pedido a la presidenta de la CE, la alemana Ursula von der Leyen, que se impongan sanciones a Israel, pero sin éxito. Sostiene que expone su postura en una reunión tras otra. «No es algo que sea secreto: lo trabajo, lo peleo y lo explico», indica, pero no hay mayoría cualificada para sacar adelante propuestas de este tipo, porque cada sensibilidad nacional es diferente. 

Llama a hacer una «reflexión profunda» sobre «qué Europa queremos» si no es capaz de ponerse de acuerdo ante una masacre así. Por supuesto, dice, hay que condenar a Hamás, sus atentados y sus rehenes, pero también hay que criticar lo que hace Israel y, más aún, apoyar a la Autoridad Nacional Palestina (ANP). 

Europa, dice, debe actualizarse «y entender que debe movilizarse como actor político», con sus valores fundacionales como base, pero de forma «imperiosa» porque lo que pasa en Palestina es «intolerable desde todo punto de vista», no es «nada que pueda ser defendido» y, además, «se pretende que ocurra sin testigos», sin personal de la ONU o sin prensa internacional, vetados todos por el Gobierno de Benjamin Netanyahu. Pese a todo, recuerda que 21 ministros de Exteriores han pedido ya acciones directas, aunque falta esa acción «unida y respaldada» que hace que las cosas cambien.