El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, parece no haber dejado títere con cabeza en su visita de cuatro días a Escocia. El mandatario norteamericano ha aprovechado su estancia en el país para mandar mensajes directos a todos sus adversarios.
Si ayer lo hizo en presencia de Von der Leyen, delante de quien criticó abiertamente y sin cortarse un pelo, a la Unión Europea, tanto en materia económica en su relación con EEUU, como en materia migratoria, hoy lo ha hecho mientras se reunía con Keir Starmer.
Tan directo como siempre y con un falta de decoro muy habitual en él, Trump ha arremetido contra el alcalde de Londres, Sadiq Khan, quien ganó las elecciones el pasado año por tercera vez consecutiva en la capital británica.
Sus ideales políticos, ubicados en las antípodas de Donald Trump, al ser el líder del Partido Laborista de Londres, junto a su condición de musulmán y descendiente de pakistaníes, hacen que el presidente de EEUU no le tenga ni un mínimo de aprecio. Y eso ha quedado claro en la tarde de este lunes.
Durante la ronda de preguntas de los periodistas tanto a Starmer como a Trump, en la que han salido todo tipo de temas, el presidente estadounidense ha sido preguntado por si visitaría Londres ahora que está en las islas. Su respuesta ha sido clara: «Lo haré, aunque no me gusta su alcalde… Creo que ha hecho un trabajo pésimo el alcalde de Londres. Es una persona desagradable», ha señalado el presidente norteamericano.
Durante su intervención ha habido un amago de Starmer por quitarle hierro a la respuesta y limas asperezas. Sin embargo, Trump ha esperado unos segundos para, ya sin la voz del presidente inglés resonando por encima, continuar su contundente respuesta, en lo que ha sido una de las declaraciones al más puro estilo Trump de las que ha dejado en los últimos días.
