Para fomentar aún más la precaución, el alcalde de la región francesa de Berck-sur-Mer (Pas-de-Calais), Bruno Cousein, quiere que quienes ignoren deliberadamente las instrucciones de seguridad y se comporten de forma peligrosa paguen los rescates marítimos, según ha publicado el medio La Dépêche.
Esto, según afirma, equivaldría a una multa. «En muy poco tiempo, en 10 minutos, puedes quedar atrapado, has cruzado 20 centímetros y te encuentras con 1 metro de agua y fuertes corrientes», explicó el alcalde sobre la playa de la región.
El 1 de mayo 30 personas que estaban haciendo un picnic en un banco de arena y habían sido advertidas del peligro tuvieron que ser rescatadas. «Hay señales, pero no las tienen en cuenta», declaró el alcalde. Desde entonces, alrededor de 100 personas han sido rescatadas por voluntarios.
«Los voluntarios advirtieron a la gente y les dijeron que se fueran. Y 15 minutos después, tuvimos que desplegar grandes recursos para rescatarlos», dijo Cousein enfadado. «No se trata de cobrar por el rescate, sino de multar a quienes son imprudentes y ponen en peligro a los voluntarios. Esto tiene un costo para la sociedad y los voluntarios», explicó.
Por no hablar de quienes «lo consideran normal y se van a casa sin hacer ruido, sin mirarlos ni agradecerles, es inaceptable», añadió.