Un hombre de 31 años resultó gravemente herido por su propia presa durante un viaje de pesca deportiva en Luisiana, EEUU. El pescador escapó por poco de la muerte, según ha informado el medio Midi Libre.
Cuando estaba a punto de desenganchar a su presa, el marlín blanco de 27 kilos se abalanzó sobre él y le dio un picotazo en la boca, tirándolo hacia atrás, contra el bote. El hombre sintió un dolor agudo en el cuello, que se extendió a la columna vertebral, según adelantó Live Science.
El pescador fue trasladado de urgencia al hospital en helicóptero. Durante la exploración los médicos descubrieron que un fragmento de 3,5 cm del afilado pico del marlín estaba alojado en el cráneo. El cirujano tuvo que realizar una incisión inmediata para extraerlo.
El paciente recibió cinco tipos diferentes de antibióticos para prevenir infecciones causadas por microbios y bacterias específicos de ambientes marinos. Finalmente, fue dado de alta del hospital ocho días después. En su última visita de seguimiento, el pescador se había recuperado completamente, sin secuelas neurológicas.
Al igual que el pez espada, los marlines tienen un cuerpo aerodinámico que les permite alcanzar velocidades máximas de unos 120 km/h, según WWF, por lo que se encuentran entre los peces más rápidos del océano. Su hocico les permite defenderse, así como herir y matar a sus presas.