La UE deja sólo en un debate la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego ante la falta de avances

El Gobierno quiere mantener vivo el asunto de la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego en la UE, que es uno de los compromisos alcanzados por Pedro Sánchez con Carles Puigdemont para su investidura, pero el asunto se resiste por las pegas que aún tienen una decena de países. España ha vuelto a pedir que el tema esté en el orden del día del próximo Consejo de Asuntos Generales que se celebrará en Bruselas el 18 de julio, pero la presidencia danesa ha rebajado las expectativas al introducirlo sólo como un punto para debate y no para adopción.

En la presidencia danesa no ven que se hayan producido avances en el último mes para aprobar la medida, que requiere de la unanimidad de los estados miembros. De ahí que el cambio del reglamento para incluir las tres lenguas en el catálogo de idiomas oficiales de la UE se limita a un “intercambio de puntos de vista”.

La última vez que el tema estuvo sobre la mesa de los ministros de la UE se introdujo para adopción. Sin embargo, varios países mostraron reticencias a la aprobación de esa iniciativa y el Gobierno se vio obligado a asumir el fracaso. La decisión quedó en mayo, por tanto, aplazada. Ahora el asunto resucita pero la presidencia danesa no ha querido dar de nuevo expectativas respecto a la aprobación.

“No veo cambio alguno desde la última vez que lo debatimos”, afirmó la ministra danesa de Asuntos Europeos, Marie Bjerre, la semana pasada en declaraciones a los periodistas recogidas por la Agencia EFE.

Los países que se han opuesto con mayor vehemencia a la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego son Alemania, Italia, Finlandia, Croacia, República Checa y Suecia. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, aseguró ante el aplazamiento que se pondría en contacto con sus homólogos para intentar convencerles de una medida que, según él, es exclusiva de España y supone respetar la “identidad nacional”.

También los servicios jurídicos de la institución han puesto pegas a la adopción de esa propuesta al considerar que el cambio del reglamento para ampliar el catálogo de lenguas oficiales (que actualmente son 24) requiere una modificación de Tratado de funcionamiento de la UE.