El supertanque ruso desaparece de la guerra de Ucrania y los funcionario de Rusia podrían estar detrás

Casi tres años y medio después de la invasión rusa de Ucrania, el tanque de batalla más avanzado de Rusia, el T-14 Armata, aún no ha hecho su aparición en el campo de batalla, ni siquiera de manera temporal, según ha resaltado el portal especializado Defence Blog.

«Los funcionarios rusos podrían estar reteniendo deliberadamente el tanque por temor a que los compradores extranjeros de la plataforma puedan reconsiderar su interés si el rendimiento real del vehículo (o sus defectos) se hace público», ha informado The National Interest. 

«Armata, en general, es un poco caro», dijo Sergei Chemezov, jefe del conglomerado de defensa estatal ruso Rostec, en una declaración oficial el año pasado. Chemezov describió el T-14 como «el tanque más revolucionario de la última década», pero añadió que «supera con creces la funcionalidad de los tanques existentes» y sigue siendo demasiado costoso para que el Ejército ruso le dé prioridad. Mientras, Moscú sigue centrándose en la producción y el despliegue del tanque modernizado T-90M. 

El Armata se presentó por primera vez durante el Desfile del Día de la Victoria de Rusia de 2015 en Moscú, donde sus características avanzadas atrajeron la atención mundial. Según 19FortyFive, fue diseñado con una torreta no tripulada, una cápsula de tripulación blindada y el sistema de protección activa Afghanit. En aquel momento, los analistas quedaron impresionados por la cantidad de innovaciones presentadas.

Pero diez años después, el T-14 no parece estar más cerca de su uso en combate real que cuando desfiló por primera vez en la Plaza Roja. Los analistas argumentan que el programa se ha visto afectado por costes exorbitantes y obstáculos técnicos, con menos de 20 unidades entregadas, según los informes.

La industria de defensa rusa ha tenido dificultades para superar desafíos cruciales, como el desarrollo de un nuevo motor para el tanque, la integración de electrónica moderna en sus sistemas de armas e incluso la producción de cañones y municiones de última generación. Estas deficiencias tecnológicas han impedido que el Armata materialice sus ventajas conceptuales en el campo de batalla.