Un cliente que estaba haciendo sus compras en un supermercado de la cadena Lidl en Helsinki, capital de Finlandia, detuvo a un presunto ladrón el pasado martes por la noche. El uso de la fuerza por parte de esta persona, sin embargo, ha provocado un acalorado debate en las redes sociales, según ha publicado el medio Iltalehti.
La cadena de supermercados condenó la detención del cliente que impidió la fuga. El director regional, Akseli Mäkisalo, declaró previamente al medio finlandés que Lidl no puede aceptar las acciones del cliente en esta situación. Según él, no es responsabilidad de los clientes detener a los ladrones.
Mientras, Lasse Manninen, comisario de investigación criminal del Departamento de Policía de Helsinki, comentó que los ciudadanos tienen derecho a detener a una persona sospechosa de un delito, pero instó a la cautela y a dejar en principio la detención en manos de las autoridades.
«Por supuesto, no se debe abusar de los medios de fuerza y siempre se deben evitar las lesiones. En tal situación, siempre se plantea la posibilidad de una indemnización», afirmó Manninen.
En las redes sociales muchos han criticado la postura de Lidl. «Por eso, si ves un robo en Lidl, no intervengas de ninguna manera, ya que Lidl respeta la capacidad de los ladrones para robar», escribió un usuario de X. «También aquí se percibe el sello de la modernidad: mientras que antes quien detenía a un ladrón recibía un pastel y un café, ahora Lidl se apresura a decir que la detención no se ajusta a sus valores», anadió otro.
Sin embargo, varios usuarios también señalaron las consecuencias y la responsabilidad derivada del uso de la fuerza. «Sí, pero ¿y si hubiera resultado herido en esa situación? ¿Quién sería el responsable?», expresó uno. «No defiendo el carterismo, pero las acciones del arrestador en este caso también son indefendibles. El hombre arrojó al carterista al suelo con gran fuerza. Fue pura suerte que el cráneo no cayera al suelo, lo que podría haberle costado la vida», apuntó otro.
