La cumbre de la OTAN en La Haya sigue coleando una semana después. Más allá de las comentadas palabras entre Mark Rutte y Donald Trump, en la cita holandesa se firmó el acuerdo para dedicar un 5% del PIB de los países miembros a fines de Defensa de cara a 2035. El pacto fue unánime, incluida España, a pesar de la voluntad en contra de Pedro Sánchez y su reiterada explicación de que España no pagará más del 2’1%.
La negativa de Sánchez indignó a Donald Trump, que instantes después de terminar la cumbre de la OTAN amenazó a España con un nuevo «acuerdo comercial» para hacernos «pagar el doble».
Ahora que la tensión parece haberse relajado levemente, otro país miembro ha salido al ‘rescate’ de Pedro Sánchez. Se trata de Eslovenia, cuyo primer ministro, Robert Golob, también se ha desvinculado de ese objetivo del 5% del PIB y que no ha dudado en definir como «idéntica» a la de España.
El político esloveno alega que la declaración de La Haya, firmada por los 32 miembros de la OTAN, no es una declaración vinculante. Por ello, defiende que Eslovenia sólo está obligado arespetar los compromisos aprobados por su propio Parlamento, que elevó el gasto al 3% para 2030, aunque de momento se moverá en el 2%.
Golob, en una entrevista en la televisión estatal, ha querido recalcar que los objetivos de la OTAN se adoptan por consenso, sin «votación real», razón por la que estima que no generan obligaciones en términos legales para los firmantes.
El primer ministro esloveno ha apuntado que varios países han negociado durante semanas salvaguardas al aumento drástico del gasto que defendía y exigía primeramente Donald Trump. En la previa, incluso, Bélgica y Eslovaquia también mostraron su contrariedad al plan del 5% que, por ahora, han sellado todos.