Del horror de la guerra al éxito laboral: la sorprendente transformación de los refugiados ucranianos en Europa

En todas las guerras, los más perjudicados son los ciudadanos. Muchos de ellos mueren sin tener culpa de nada. Otros se ven obligados a huir de su país para salvar la vida. Así lo recordó recientemente el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) frente al resurgimiento de los conflictos en Oriente Medio: «Una vez que las personas se ven obligadas a huir, no hay vuelta atrás».

Para los ucranianos, esta no es una advertencia, sino una dura realidad. Desde que Rusia lanzó su invasión a gran escala en 2022, Europa ha sido testigo de la mayor crisis de desplazamientos en décadas. Millones de personas, en su mayoría mujeres y niños, abandonaron el país en busca de seguridad y estabilidad. 

Tres años después, más de cinco millones continúan viviendo en el extranjero. Y, en torno a esta situación, surgen dos grandes cuestiones: ¿Cómo les ha ido fuera de casa? ¿Podrán volver alguna vez?

Gran capacidad de integración

A diferencia de otros grupos de refugiados, los ucranianos han mostrado niveles de integración sorprendentemente altos, sobre todo en el mercado laboral. Jean-Christophe Dumont, director de la división de migración internacional de la OCDE, explica al Financial Times que en muchos países su tasa de empleo ha sido «quizás el doble de la que se observa para otros refugiados»

No obstante, todo depende de la nación donde aterrizaran. Esta inserción ha sido especialmente exitosa en países como Polonia, donde ya existían vínculos migratorios y afinidades lingüísticas previas. En cambio, en naciones como Noruega, donde la barrera idiomática es mayor, la situación ha sido más complicada.

Los datos reflejan también una mejora económica progresiva. Un estudio del Centro de Estrategia Económica de Ucrania muestra que la proporción de refugiados que necesitaban ahorrar o endeudarse para comprar ropa había aumentado del 7% antes de la guerra al 28% en noviembre de 2022. Sin embargo, para diciembre de 2024, ese número había regresado al 7%, indicando una recuperación en las condiciones de vida.

Tres factores clave a su favor

Esta integración positiva tiene varias explicaciones. En primer lugar, el contexto macroeconómico les fue favorable,ya que muchos países europeos enfrentaban una escasez de mano de obra tras la pandemia, y los refugiados ucranianos llegaron justo a tiempo para cubrir vacantes urgentes, especialmente en sectores como manufactura, hostelería y administración. 

Además, la Unión Europea les otorgó el estatus de «protección temporal», permitiéndoles acceder de inmediato a empleo, vivienda, educación y servicios sociales, sin necesidad de pasar por un proceso de asilo individual.

Otro factor clave ha sido el alto nivel educativo de los refugiados ucranianos. Cerca de dos tercios tienen estudios superiores, y más del 40% posee un máster o título equivalente, superando incluso a muchas poblaciones locales. No obstante, muchos trabajan en puestos para los que están sobrecualificados, debido a obstáculos lingüísticos y al no reconocimiento de credenciales.

El plan de la UE para que vuelvan a casa

La estabilidad de la que disfrutan en Europa hace que muchos ucranianos se planteen quedarse. Si en noviembre de 2022 la mitad de los refugiados tenía planes concretos de regresar, para diciembre de 2024 esa cifra había caído al 20%

No obstante, también los hay que quieren regresar a su hogar y la Unión Europea (UE) está trazando un plan para ellos. Los ministros europeos de Interior aprobaron el 13 de junio una nueva prórroga de la protección temporal para los refugiados ucranianos, extendiéndola hasta marzo de 2027, mientras que planifica su retorno.

«Hoy prorrogamos la protección de los ciudadanos ucranianos, pero también hablamos sobre el modo de avanzar, sobre una ‘hoja de ruta’, porque los ucranianos, claro, necesitan desesperadamente que regrese su población para reconstruir el país», afirmó el comisario europeo de Interior y Migración, Magnus Brunnera, en Luxemburgo.

Bruselas ha empezado a esbozar un plan para pasar del actual régimen de emergencia a un marco más estable, que combine la integración con opciones de retorno. Entre las propuestas figura la creación de ‘hubs’ en capitales europeas, donde los refugiados recibirían orientación sobre el regreso y podrían consultar el estado de sus propiedades.

Oleksiy Chernyshov, vice primer ministro ucraniano, agradeció la decisión y subrayó su relevancia: «Es muy importante dar a estas personas claridad sobre su plan de vida y su seguridad».