La economía creció un 0,6% en el primer trimestre por el tirón del consumo y pese al frenazo del sector exterior

La economía creció un 0,6% en el primer trimestre de este 2025 por el tirón del consumo y pese al frenazo del sector exterior, según los datos de la Contabilidad Nacional confirmados este miércoles por el INE.

Este ritmo en el arranque del año supone una desaceleración respecto a los trimestres anteriores, aunque el avance del PIB (producto interior bruto, la forma de medir la actividad) de España vuelve a liderar a los principales socios de la zona del euro. Alemania creció un 0,4% entre enero y marzo, respecto al trimestre anterior, y Francia apenas un 0,1%.

Estos datos todavía no sufren el impacto de la escalada de la guerra comercial por parte de la Administración de Estados Unidos de Donald Trump, cuyas consecuencias en algunos sectores exportadores empezarán a notarse en el segundo trimestre. También quedará reflejado en ese periodo el daño del apagón de finales de abril.

“España mantiene un fuerte crecimiento en el primer trimestre del año, apoyado en el consumo privado, la inversión [de las empresas] en bienes de equipo y el repunte de la construcción”, resumen fuentes del Ministerio de Economía.

Según se observa en el segundo gráfico de esta información, a cierre del primer trimestre, el PIB de nuestro país supera en ocho puntos porcentuales el nivel previo a la pandemia, con un fuerte repunte del consumo de las familias en los últimos trimestres. Un avance apoyado por la mejora de la capacidad de compra y el aumento de la renta real de los hogares por la moderación de la inflación, las bajadas de los tipos de interés del BCE (y del Euríbor) y la creación récord de puestos de trabajo.

De hecho, en la revisión de la Contabilidad Nacional del primer trimestre (de las cifras avanzadas en abril), el INE actualiza a la baja la aportación del sector exterior (el turismo y las exportaciones menos las importaciones, lo que compramos fuera) por “una mayor importación de bienes fruto del tirón de la demanda interna”, según aclaran desde el departamento que lidera Carlos Cuerpo.

El crecimiento interanual entre enero y marzo (frente al mismo periodo de 2024) fue del 2,8%. El sector exterior restó cuatro décimas a este avance del PIB. Mientras, “la demanda nacional contribuyó con 3,2 puntos”, incide el INE. En el conjunto del año, las proyecciones señalan que España crecerá entre un 2% y un 2,5%, dependiendo de las negociaciones sobre la guerra comercial y de la incertidumbre por las tensiones geopolíticas, sobre todo por la guerra en Ucrania, la masacre de Israel en Gaza y la extensión de este conflicto a otros puntos de Oriente Medio.

El problema de la vivienda y la amenaza para el crecimiento

Este miércoles, en una conferencia, el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, destacó que “España ha crecido mucho más que la media de la zona del euro”, pero advirtió de que nuestro modelo de avance del PIB tiene unos límites, y uno de ellos es la importante creación de hogares, principalmente de inmigrantes, que tienen problemas para acceder a una casa. Concretamente, en las grandes capitales y en los principales destinos turísticos, donde se concentra la mayor oferta de empleo.

El ex ministro de Economía enumeró las fortalezas de economía de nuestro país, como “el turismo, junto a las exportaciones de otros servicios, que son francamente positivas, y el despliegue de los fondos europeos del Plan de Recuperación”.

“La cuestión básica inmediatamente es si se pueden producir cuellos de botella, y tenemos uno”, incidió Luis de Guindos. “Cuando tienes un proceso de aumento de población muy intenso, derivado de la inmigración, y una oferta de vivienda restringida, no puedes absorber ese crecimiento”, lamentó. Una conclusión que comparten todos los expertos.

En definitiva, las dificultades para acceder a una casa digna se comen las subidas de los salarios en algunas familias, incluso aunque haya más miembros trabajando de media por el dinamismo del mercado laboral. Este daño a los hogares ya es una amenaza para el crecimiento del consumo y, por tanto, de la economía en general.