Irán ha llevado a cabo sus primeros ataques de «represalia» contra EEUU por el bombardeo del domingo decretado por Donald Trump contra instalaciones nucleares iraníes. El régimen de los ayatolás ha lanzado este lunes numerosos misiles contra las bases aéreas estadounidenses en los países vecinos de Catar e Irak.
El propio Gobierno iraní ha confirmado un operativo del que ya había advertido horas antes y que no haía dejado víctimas. Al respecto, Catar asegura haber «interceptado» por completo los proyectiles de Teherán, sin que hayan provocado ni muertos ni heridos de gravedad, algo que confirma el Pentágono, tras una reunión de urgencia de la Administración Trump.
Pasadas las 20:30 (hora local), se han sentido varios impactos tanto en la base de Doha, la de Al Udeid, clave para EEUU en la región, como en territorio iraquí. Según las primeras informaciones habrían sido seis misiles en Catar y una en Irak, si bien otras fuentes modifican las cifras.
Además de la base Al Udeid en Catar, EEUU cuenta con emplazamientos militares relevantes en Irak, como la base de Erbil, en el Kurdistán, o la de Al Asad, en Anbar, en el centro del país.
En una primera reacción, el Gobierno de Catar ha condenado el ataque y ha asegurado que se reserva el derecho a «responder directamente, de forma proporcional» a esta «flagrante violación de la soberanía y el espacio aéreo de Catar», ha asegurado el portavoz del Ministerio de Exteriores catarí, Majed al Ansari.
El propio presidente de Irán, Masud Pezeshkian, había insistido este lunes en que la «agresión» estadounidense no quedaría impune. «Defenderemos la seguridad de esta amada nación y responderemos a cada herida en el cuerpo iraní con fe, sabiduría y determinación», proclamaba, en un llamamiento que hizo reaccionar a Washington y también a Londres.
Autoridades estadounidenses y británicas optaron por pedir a sus ciudadanos en Catar que buscasen refugio lo antes posible y «hasta nuevo aviso» ante la creciente amenaza de un ataque que finalmente se ha producido a última hora de la tarde, apenas instantes después de que las autoridades cataríes optasen por cerrar el espacio aéreo nacional tras horas de rebajar el nivel de alerta.
A esa medida de blindar los cielos se han sumado otros países cercanos, como Baréin, Emiratos Árabes o Siria, donde también se sitúan relevantes bases con personal estadounidense.