Corea del Norte envió 11.000 soldados a combatir en el frente de la guerra en Ucrania. Más de la mitad nunca regresó. Así lo confirma un nuevo informe de los servicios de Inteligencia del Reino Unido, que revela que alrededor de 6.000 soldados han muerto en los combates.
Según publica el medio Euromaidan, que ha tenido acceso al informe, «es casi seguro que las tasas significativas de bajas de Pyongyang se han sostenido principalmente a través de grandes asaltos altamente desgastantes«. Para los analistas británicos, estas tácticas «están provocando pérdidas insostenibles para las unidades norcoreanas involucradas en primera línea».
Hace unas semanas, el secretario de Consejo de Seguridad de Rusia y exministro de Defensa, Serguéi Shoigú, se reunió con el líder norcoreano, Kim Jong-un, para profundizar su coordinación militar. «Se cree que Shoigú es el principal negociador del Kremlin que gestiona el apoyo militar de Corea del Norte al esfuerzo bélico de Rusia contra Ucrania», reza la publicación.
Sin embargo, la participación de los soldados norcoreanos se limita principalmente al frente de Kursk, la región rusa que Kiev ocupó el verano pasado. Por tanto, «cualquier expansión más allá de las fronteras rusas, particularmente en territorio ucraniano reconocido internacionalmente, requeriría casi con certeza la autorización conjunta de Vladímir Putin y Kim Jong-un».