“Somos incapaces de convencer a cuatro diputados para que nos aprueben una moción de censura porque tenemos principios y porque no estamos dispuestos a coger un avión a Waterloo”. Así justificó este lunes el portavoz del PP, Borja Sémper, la negativa de Alberto Núñez Feijóo a liderar una votación parlamentaria para sustituir a Pedro Sánchez al frente del Gobierno. El primer partido de la oposición quiere que el líder del PSOE, rodeado por los escándalos judiciales, convoque elecciones. Algo que Sánchez ha negado una y otra vez. Hoy, otra vez. “Ha decidido una agonía lenta. Ese es su problema, pero va a ser mucho más dolorosa”, zanjó Sémper en una rueda de prensa.
La extensión del ‘caso Koldo’ a otro ya ex secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, ha colocado al Gobierno de coalición en una situación muy complicada, pero el PP no puede sortear la decisión de Sánchez de resistir en la Moncloa y mantener las elecciones generales para cuando están previstas, 2027, y con él mismo como candidato socialista.
Las dos opciones que hay son la convocatoria de elecciones, algo que no quieren Sánchez ni, mucho más importante, sus socios parlamentarios, o una moción de censura liderada por el PP. Este mismo lunes se lo ha vuelto a exigir el líder de Vox, Santiago Abascal, quien ha ofrecido sus 33 diputados a su aliado en comunidades y ayuntamientos. “Los españoles merecen una España nueva y una España decente”, concluyó.
“Sánchez es el capo de una mafia que está humillando a los españoles”, dijo este lunes por la mañana el líder de la ultraderecha, parafraseado así el lema de la concentración que hace un par de fines de semana convocó el PP y que recibió el desplante de Vox por ser poca cosa.
Pero al PP no le salen las cuentas. Feijóo ya se estrelló en 2023 contra la mayoría parlamentaria y se enfrentó al primer fiasco de su prolongada carrera política. Entonces, el PP apeló incluso al transfuguismo en las filas socialistas, sin ningún éxito. De hecho, Feijóo incluyó en las listas de 2023 a los dos representantes de UPN, Sergio Sayas y Carlos García Adanero, que en la anterior legislatura estuvieron a punto de tumbar la reforma laboral a espaldas de su propio partido. El PP los recompensó con otros cuatro años en el Congreso.
El líder de la oposición, poco o nada acostumbrado a perder, no quiere que se repita la escena de septiembre porque, sostienen en la sede nacional de la madrileña calle de Génova, una derrota ratificaría a Sánchez, ya de forma irremisible, hasta el final de la legislatura. Como mucho, amaga con una censura que, tal y como dejó claro su portavoz, pasa únicamente por aglutinar en el mismo saco los votos del PP y de Vox, además de los de Junts.
La opción del PNV es imposible. Máxime con Isabel Díaz Ayuso poniendo la zancadilla sistemáticamente a la estrategia de su jefe de filas.
Por eso este lunes el portavoz del PP habló de “Waterloo” a la hora de especificar los motivos por los que Feijóo no presenta una moción. Una forma de hablar de Junts y de Carles Puigdemont, a quien en su día el PP ya intentó atraer para la investidura de Feijóo con unos futuros e inciertos indultos.
Sémper compareció ante los medios pasadas las cinco de la tarde, después de la rueda de prensa de Sánchez en la que el presidente ha conminado a Feijóo a liderar una moción de censura contra él. “El capitán”, arrancó Sémper citando al propio presidente, “se ha presentado como una víctima por no haber podido comer” y “por el momento tan terrible por el que está pasando él”. “Ha perdido cualquier tipo de conexión con la realidad”, dijo sobre Sánchez. “Se refuerza en el búnker”, añadió.
Consciente de que la moción de censura iba a ser uno de los temas centrales de las preguntas de los periodistas, Sémper ha intentado zanjar el tema en su intervención inicial. “Aspiramos a que anuncie la disolución de las Cortes y la convocatoria de unas elecciones”, sostuvo, una opción que Sánchez descarta de forma insistente.
Pero las preguntas de los periodistas insistieron en la cuestión de la moción de censura, y Sémper fue elevando el tono durante su respuesta. “Pedro Sánchez y Vox nos retan a la presentación de la moción de censura, que es un balón de oxígeno al ‘sanchismo’, y lo que le puedo asegurar es que el PP no le va a dar un balón de oxígeno a Sánchez”.
Sémper sostuvo que “esta política de retos hazlo tú, a ver si te atreves, es, además de pueril, además de infantil, profundamente perniciosa”. Y concluyó: “¿Pero qué broma de mal gusto es esta? Es que no entiende dónde está la sociedad española y los problemas por los que atraviesan los españoles. ¿Cómo que le reto a una moción de censura? Asuma su responsabilidad, al menos en el final de su trayectoria política. Asuma su responsabilidad, disuelva las cortes y dé la palabra a los españoles. ¿Por qué tiene miedo a la democracia?”.
El PP ya se estrellará este martes contra la mayoría parlamentaria cuando intente que la Junta de Portavoces apruebe una modificación del orden del día de la sesión parlamentaria, e incluir así una comparecencia urgente del presidente del Gobierno ante el Pleno para hablar sobre el ‘caso Koldo’. Pero el PP necesita de una unanimidad que difícilmente logrará. De hecho, está por ver qué apoyos obtiene en la votación.
La realidad aritmética llevó al portavoz a intentar abrir una grieta dentro del PSOE contra su secretario general. Pero se dirigió también a los aliados parlamentarios del Gobierno, a quienes cuestionó “si no se han sentido insultados por las no explicaciones de Pedro Sánchez”.
“Se les terminan las excusas, las vaguedades. Han tapado a Sánchez son ellos los que no se pueden esconder”, añadió, para zanjar: “Quien hoy apoya al ‘sanchismo’, mañana estará deslegitimado para hablar de transparencia y hacer política”.
