«Boca siempre estuvo dividido, pero ahora la grieta se ha profundizado más porque no hay resultados deportivos. Están los que aman a Riquelme y los que no lo aman, por la política y la oposición del club». Tato Aguilera, periodista de TyC Sports, resume así en una conversación con este periódico la situación de uno de los clubes más grandes de Argentina, de América y del mundo. Boca Juniors debuta hoy ante el Benfica en el Mundial de clubes y lo hace con una profunda crisis institucional pero con miles de aficionados en las calles de Miami. Porque el ‘bostero’ es así: «Están locos por su club».
La temporada de Boca Juniors es dramática, como lo son sus últimos años. El conjunto de Buenos Aires no gana la Libertadores desde 2007, cayendo en la final en 2012, 2018 y 2023, y no levanta una competición nacional desde la liga ganada en 2022. Todo lo que pudo salir mal salió mal, y los últimos seis meses han sido de caída constante sobre el precipicio de la Bombonera, con Juan Román Riquelme, ídolo máximo de la historia del club y presidente del mismo, cada vez más cuestionado por una afición que le amará eternamente pero que quiere ganar.
Boca cayó en la fase preliminar de la Libertadores ante Alianza de Lima y perdió en los cuartos de final del torneo Apertura ante Independiente para confirmar la crisis deportiva e institucional que terminó con el despido de Fernando Gago, que estaba en el banquillo: «Que se vayan todos», cantó la grada de la Bombonera ese día.
Y ahora, el Mundial de clubes aparece como bálsamo para todos sus problemas, pero también con la presión de hacer algo interesante para compensar los últimos resultados. Al mando del equipo llega Miguel Ángel Russo, el técnico que le hizo campeón de América en 2007.
«Boca llega renovado con la firma de Russo, pero en lo futbolístico es un misterio», explica Gastón Garnica, de Direct TV. «Quedar fuera de la Libertadores de esa manera es impensable para un club como Boca, es un fracaso deportivo muy importante», añade Aguilera.
«Riquelme es el máximo ídolo del club y tuvo críticas, pero la gente está con él», asegura Garnica, aunque Aguilera no lo tiene tan claro: «La oposición genera un movimiento en redes muy grande que también salta a lo público. En la Bombonera una parte cantó ‘que la Comisión se vaya‘, apuntando a Riquelme».
Eso sí, en las calles de Miami los aficionados de Boca ganan a cualquiera. «Tienen un amor incondicional por el club, así es el hincha de Boca. Está loco de amor por el club», dice Aguilera.
Y todo mientras River Plate sonríe con apariciones como la de Mastantuono, recientemente fichado por el Real Madrid a cambio de 63 millones que seguro ayudan a recomponer al equipo tras su marcha después del Mundial de clubes. Junto a él, nombres como los de Julián Álvarez o Enzo Fernández, jóvenes que han salido de River y que han dejado mucho dinero para seguir compitiendo. Boca, mientras, busca lo mismo, aunque las cláusulas que ha recibido por sus jóvenes son más baratas.