España cerró el año 2024 con un menor consumo de cerveza y de bebidas espirituosas, según han indicado los fabricantes en los últimos días. Un descenso que, sobre todo, atribuyen a la subida de precios, porque se ha producido después de la espiral inflacionista de los últimos ejercicios.
En el caso de las bebidas espirituosas, la caída en volumen ha sido del 3,7%. “Es el segundo año que cae”, ha indicado este viernes a los medios el director de Espirituosos España, Bosco Torremocha. “Hay preocupación” porque haya habido un cambio en “los hábitos del consumidor”. Sin embargo, asegura que los ciudadanos “siguen siendo fieles, pero la coyuntura económica se adapta a la situación”, “Hemos conseguido a duras penas mantener el valor”, que se ha situado en 7.200 millones de euros. También, “ha habido un cambio demográfico, la pirámide se ha invertido”. Además, destaca la importancia del turismo, porque nos visitan más de 80 millones de turistas, “por eso la hostelería y el turismo son importantes”.
La industria de bebidas alcohólicas de alta graduación comercializó en España, durante 2024, 180 millones de litros, siete millones menos que en 2023. “Crece el whisky y los licores, como el tequila, mientras el resto de bebidas cae”, ha indicado Torremocha. Entre estos últimos está la ginebra. Seis de cada 10 consumiciones de este tipo de bebidas se hace en hostelería y más del 30% de los ingresos de los fabricantes de estas bebidas alcohólicas viene de los locales de ocio, del “modo de vida que los españoles necesitamos, en todas las regiones, cada una con su singularidad y con una pauta de moderación”, ha justificado.
Además, ha reconocido el temor del sector al efecto de la guerra arancelaria. “Hay miedo, incertidumbre, tenemos que ver el impacto real, porque estamos en una posición negociadora y desde ambos lados del Atlántico, la industria está pidiendo una solución negociada y evitar un recargo arancelario como ha sucedido en otras ocasiones”. En 2024, las exportaciones crecieron un 4,7%, “a pesar de las dificultades que hay”, con un valor superior a los 1.000 millones de euros, de las que la cuarta parte corresponden a EEUU. “Hemos conseguido consolidar mercados, EEUU se ha comportado mejor que en 2023”, ha añadido. También reconoce en ese mercado hubo un efecto acopio, cierto “pico”, ante la subida arancelaria, pero que no se ha sostenido en el tiempo. “Creo que los llamamientos a la negociación, a encontrar una solución, están generando confianza en el mercado”.
Respecto a este diálogo, Torremocha ha apuntado que “se nos han acercado partidos políticos, PSOE o PP, que se han interesado en cómo podemos ayudar” y apunta a la “responsabilidad” a “no meter más fuego al debate, con el objetivo de llegar a una solución negociada, de la mano de la Administración y de la Unión Europea”, ha indicado el responsable de los fabricantes respecto a las negociaciones. “Estados Unidos es el mercado con mayor potencial, que vive unos años de incertidumbre, para nuestro sector y para otros. No hay alternativa a ese mercado, no se puede compensar con otros mercados”.
En cuanto a las tendencias del consumo se ve una “premiurización”, menos momentos de consumo, pero de más calidad, ha ahondado el responsable de la asociación empresarial. Algo que se ve en todos los tipos de consumidores y generaciones. También se percibe un aumento del consumo en el aperitivo y en el ‘tardeo’. Y de cara a este año, el consumo no ha mejorado. “Ha empezado en negativo”, marcado por las lluvias en primavera y por la situación con los aranceles. “Tenemos que reactivar el consumo. Todo es más caro que hace cinco meses y hace cinco años”, ha instado.
Caída de la cerveza
Esta caída del consumo también se ve en la cerveza. En su caso, sus ventas registraron una caída del 0,2% en 2024, hasta los 38,6 millones de hectolitros, lo que supone encadenar dos años consecutivos de descensos, algo que no ocurría desde la crisis financiera de 2008, según los datos del informe ‘Socioeconómico del Sector de la Cerveza en España 2024’, elaborado por la patronal Cerveceros de España en colaboración con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
La contención económica, la inflación y un contexto internacional volátil explican este descenso que, para el director general de Cerveceros de España, Jacobo Olalla, es “preocupante”, según recoge Europa Press. Señaló, por ejemplo, una caída en el último trimestre del año, sobre todo en la zona centro de la Península.
Un descenso de las ventas que se suma a la caída en el consumo per cápita de los españoles que baja un 4,9%, hasta los 52,8 litros, debido a la inflación y a la mayor planificación de las familias. Además, es generalizado en todos los grupos de edad, especialmente entre los menores de 50 años, que tienen un consumo “más contenido y moderado”. Así, dos tercios de los españoles afirman consumir cerveza con una media de tres cañas semanales, en un entorno “social y distendido”.
De esta forma, las ventas correspondientes al sector de hostelería se redujeron un 2%, hasta los 19,2 millones de hectolitros, mientras que las del canal de alimentación subieron un 1%, debido posiblemente a un trasvase de consumo del bar hacia el hogar.