Si el cese de Ángel Simón como consejero delegado de Criteria, el brazo inversor de Fundación La Caixa, causó un asombro mayúsculo entre las élites políticas y económicas españolas por inesperada, la llegada de Francisco Reynés a la vicepresidencia ejecutiva del holding no está exenta de tensión. El nuevo hombre fuerte de Criteria está revisando todas las operaciones que el grupo tiene en cartera y que aún no están cerradas con el objetivo de redefinir el plan estratégico de la entidad, según fuentes del mercado. La norma que regirá a partir de ahora para dar por buena o no una inversión será la de los dividendos.
A ello responde, en gran medida, la decisión de dar marcha atrás a la compra del 20% del capital de Celsa, mediante una ampliación de capital por valor de unos 350 millones de euros, conocida este miércoles. La siderúrgica está en plena reestructuración, tanto industrial como de gobernanza.
Y lo mismo podría ocurrir con Europastry, una operación anunciada casi al mismo tiempo y prácticamente calcada a la anterior: la adquisición del 20% del gigante de panadería y bollería congelada, por alrededor de 300 millones de euros. Fue anunciada a finales de marzo, tras el enésimo gatillazo de la firma por salir a Bolsa, y se tenía que “formalizar en las próximas semanas”, pero tampoco estaba cerrada, como avanzó El Confidencial y han confirmado fuentes cercanas a la misma. Europastry declinó valorar dicha información y valorar posibles alternativas.
Cuando Criteria anunció la entrada en la empresa de masas congeladas, propiedad de la familia Gallés, explicó que se reforzaba el objetivo del holding que preside Isidro Fainé de invertir en empresas líderes en sectores “altamente atractivos, con capacidad de crecimiento y generación de valor”, en el marco de su plan estratégico 2030. De este modo, añadía el comunicado, Criteria fortalecerá su estrategia de diversificación, ganando exposición en el sector de la alimentación.
Todo ello es lo que el nuevo equipo de Reynés, comandado por los recién nombrados José María Méndez (director general de Criteria) y Adolfo Feijóo (director adjunto), está revisando a fondo. Fuentes financieras explican que “tiene todo el sentido, como consecuencia de un cambio de etapa”.
El plan estratégico 2030, que Ángel Simón presentó hace justo un año acompañado por Fainé, contemplaba alcanzar una cartera de 40.000 millones de euros dentro de cinco años, un 48% más que los 27.000 millones que gestionaba en junio de 2023, e invertir también en un centenar de pymes para impulsar su crecimiento y desarrollar su tecnología.
Desde el aterrizaje de Simón en la compañía, en enero de 2024, el presupuesto para inversiones había superado los 5.600 millones de euros, teniendo en cuenta las operaciones de Celsa y Europastry y la anunciada un mes antes: la toma del 5% de Veolia por alrededor de 1.000 millones de euros para mantener una participación financiera durante al menos dos años.
Criteria no reculará en las operaciones ya materializadas, explican fuentes financieras, pero se revisarán igualmente bajo el estricto criterio de la rentabilidad. Más allá de si la compañía tiene o no proyección internacional y de si su modelo de gestión empresarial está alineado con el de Criteria, como también se tiene en cuenta hoy, el gran mantra que guiará a partir de ahora la hoja de ruta de la entidad será el dividendo.
Criteria ya lo avanzó cuando justificó el descarte de Celsa, al dudar del “encaje de dicha operación” con la “capacidad en atender a una política de dividendos a largo plazo”.
La gasolina de la Fundación
CriteriaCaixa, que es la propietaria de la mayor cartera industrial de España, depende de Fundación La Caixa, pero ésta, que es la segunda mayor fundación de Europa en volumen de recursos tras la británica Wellcome Trust, depende de las inversiones de Criteria para llevar a cabo su obra social. Es su gasolina. Este año cuenta con el mayor presupuesto de su historia, 655 millones de euros.
El holding industrial acordó este martes distribuir un dividendo de 140 millones de euros a la fundación, que se suman a los 430 millones (+8%) que aportó con cargo a los resultados de 2024. El año pasado no le fue mal a Criteria: ganó 1.061 millones de euros, un 30% más que el ejercicio anterior, gracias a unos dividendos de sus participadas de 1.878 millones, un 69% más.
La cartera industrial de Criteria está compuesta, entre otras, por CaixaBank, donde es el principal accionista con el 31,17% del capital, Naturgy (con el 26,71% del capital), Telefónica (9,9%), ACS (9,36%), Bank of East Asia (19,33%), Colonial (17,32%), Veolia (5%) y Puig (3,05%), entre otras.
Francisco Reynés, que sigue presidiendo Naturgy, espera a actualizar la hoja de ruta de Criteria de acuerdo con el nuevo plan estratégico de la Fundación, que muy probablemente se conocerá la semana que viene.