Primera reunión entre EEUU y China para abordar todos los frentes abiertos, en particular la guerra comercial desatada con los aranceles anunciados por Donald Trump.
“El secretario del Tesoro, Scott Bessent; el secretario de Comercio, Howard Lutnick; y el representante de Comercio de EEUU, el embajador Jamieson Greer, se reunirán en Londres el lunes 9 de junio de 2025 con representantes de China para tratar asuntos relacionados con el acuerdo comercial. La reunión debería transcurrir de forma muy positiva”.
Trump y Xi Jinping hablaron por teléfono por primera vez este jueves desde que el presidente de EEUU regresó a la Casa Blanca. Su última conversación conocida había tenido lugar en enero, antes de la investidura del mandatario estadounidense, el pasado 20 de enero.
“Acabo de concluir una muy buena conversación telefónica con el presidente Xi”; publicaba este jueves Trump, “en la que discutimos algunos de los aspectos más complejos del acuerdo comercial que firmamos y acordamos recientemente. La llamada duró aproximadamente una hora y media, y tuvo un desenlace muy positivo para ambos”.
“Durante la conversación” ha dicho Trump, “el presidente Xi tuvo la gentileza de invitar a la primera dama y a mí a visitar China, y yo le extendí la misma invitación. Como presidentes de dos grandes naciones, es algo que ambos esperamos con interés. La conversación se centró casi exclusivamente en el COMERCIO. No se trataron temas relacionados con Rusia/Ucrania ni con Irán. Informaremos a los medios sobre la fecha y el lugar de la reunión próximamente”.
Las relaciones entre Washington y Pekín se han deteriorado en las últimas semanas, con acusaciones de Trump de romper la tregua comercial que había reducido significativamente los aranceles, sin explicar el motivo ni las razones.
En los últimos días, explica Bloomberg, las tierras raras se han convertido en un nuevo foco de tensión. EEUU acusa a China de incumplir su promesa de flexibilizar los controles a la exportación de estos metales clave para la fabricación de tecnología avanzada. Pekín, por su parte, se muestra molesto por las nuevas restricciones estadounidenses a la venta de software de diseño de chips y por los planes de revocar visados a estudiantes chinos.
A las tensiones comerciales y tecnológicas se han sumado últimamente las restricciones de visado a los estudiantes chinos que ha aprobado el secretari de Estado de EEUU, Marco Rubio.
Hace una semana Rubio anunció que, “bajo el liderazgo del presidente Trump, el Departamento de Estado trabajará junto con el Departamento de Seguridad Nacional para revocar de manera agresiva los visados de estudiantes chinos, incluidos aquellos con vínculos con el Partido Comunista Chino o que estudien en sectores estratégicos”.
“Asimismo”, afirmó Rubio, “se revisarán los criterios de concesión de visados para aumentar el nivel de escrutinio en todas las futuras solicitudes procedentes de la República Popular China y Hong Kong”.
Además, The New York Times adelantó que la Administración Trump ha suspendido recientemente ventas a China de tecnologías críticas fabricadas en Estados Unidos, entre ellas aquellas relacionadas con motores a reacción, semiconductores y productos químicos específicos.