Sumar y Podemos: nuevas direcciones para fijar el rumbo en plena transición del espacio de la izquierda

La política española no está acostumbrada a vivir años sin algún tipo de elección. Este 2025, si no hay sorpresas, puede ser el primero en más de una década en el que no se celebren comicios locales, autonómicos, generales o europeos. Esta situación, para los partidos en general pero para la izquierda en particular, es un valioso momento de descanso para organizar con calma el próximo ciclo que comenzará con Castilla y León y Andalucía. Podemos y Movimiento Sumar han celebrado sus respectivas asambleas en este y hace apenas unos días eligieron a sus nuevas direcciones para afrontar los nuevos procesos. 

Una vez consolidados los liderazgos orgánicos para los próximos años, (Ione Belarra por un lado, y Lara Hernández y Carlos Martín Urriza por parte de Movimiento Sumar) ambas organizaciones han elegido ya a las personas para las nuevas ejecutivas, los órganos de dirección más importantes en la gestión de la coyuntura política diaria. Es el proceso lógico después de los congresos, como ya hicieron hace ahora casi un año otras formaciones como Izquierda Unida o los Comuns, y Verdes Equo a finales del año pasado. 

Se trata de una puesta a punto en el periodo de casi dos años de transición que habrá entre las europeas de 2024 y las autonómicas de Castilla y León y Andalucía en la primavera del 2026. Un calendario siempre entre comillas, puesto que cualquiera de esos dos presidentes podrían adelantar sus procesos si les conviene políticamente. El Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco está en mayor debilidad tras la salida de Vox el pasado verano, mientras que Juan Manuel Moreno Bonilla solo tomará la decisión de arriesgar su mayoría absoluta actual en función de lo que observe en las encuestas.

El partido de Yolanda Díaz, Movimiento Sumar, celebró en este contexto su asamblea a finales de marzo. El congreso sirvió para reorientar el espíritu de la organización hacia un partido clásico y para empezar a dilucidar qué papel tendrá a partir de ahora la vicepresidenta segunda en el nuevo mapa político que se dibuja. 

De la asamblea quedó claro que Díaz sigue siendo el principal cartel electoral del partido –está por ver si lo es también de la coalición que lideró el 23J–, y la primera ejecutiva anunciada hace apenas unas semanas concretó su papel orgánico dentro de la formación como “invitada permanente” junto a Verónica Martínez Barbero, la portavoz del grupo Sumar en el Congreso de los Diputados. 

El cargo de Yolanda Díaz era quizás la principal incógnita de todo este proceso después de conocer que Hernández y Martín Urriza se harían cargo del liderazgo orgánico. Inicialmente, la idea era darle a la vicepresidenta una cartera dentro de la ejecutiva para gestionar la interlocución con el Gobierno, pero finalmente lo hará sin un cargo formal, sino desde esa figura de invitada que le permite participar en las reuniones de la dirección.

El resto de la dirección es una remodelación parcial de la que había dejado Díaz al frente de Sumar, aunque con algunos huecos importantes como el que dejó Elizabeth Duval, que abandonó el proyecto apenas un día antes de que comenzara la asamblea de Movimiento Sumar. Su lugar lo ocupará David Comas, que procede del núcleo de dirigentes que incorporó el fallecido Jesús Santos a Sumar tras abandonar Podemos. Con el exteniente de alcalde de Alcorcón al frente de la dirección de Podemos en la Comunidad de Madrid, Comas llegó a desempeñarse como secretario de Análisis Estratégico y Discurso.

Otro de los puestos importantes por cubrir era el que dejaba Hernández, que hasta ahora había sido secretaria de Organización. Ese puesto lo ocupará Laura Moreno, que hasta ahora era responsable de Juventud. 

En el resto de puestos no hay muchos cambios. El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, seguirá siendo el portavoz del partido. El secretario general del grupo parlamentario, Txema Guijarro, será responsable de Acción Parlamentaria y Derechos Sociales; Amanda Andrades de Feminismos y LGTBIQA; y Agustín Santos en Internacional. Fabio Cortese, hasta ahora en el equipo de Hernández en Organización, entra en la ejecutiva como responsable de Movilización. 

Podemos da continuidad a su ejecutiva

Muchos menos cambios se han producido en la dirección de Podemos. Ione Belarra estará cuatro años más al frente del partido y ha mantenido a sus principales nombres en la ejecutiva. Pablo Fernández seguirá siendo secretario de Organización e Irene Montero, la ‘número dos’ como secretaria política. La principal novedad de todo este proceso la anunció Belarra una semana antes de que comenzara la asamblea, cuando pidió a la eurodiputada que encabezase la próxima candidatura del partido a las elecciones generales.

El Consejo Ciudadano Estatal, el máximo órgano entre congresos, retocó algunas cosas de la ejecutiva. Fernández seguirá siendo portavoz junto a la eurodiputada Isa Serra, pero ya no estarán en ese puesto María Teresa Pérez, que asume el área de Internacional, ni Javier Sánchez Serna, al frente de Horizonte Republicano. Miguel Ángel Llamas, que en su momento sustituyó a Pablo Echenique tras su salida del partido, sigue como secretario de Programa. 

Belarra incorporó a su lista para el CCE algunos perfiles nuevos, aunque no ha llamado a todos para la ejecutiva. La secretaria general quiso ampliar la dirección con rostros de la sociedad civil como la presidenta de la Federación Plataforma Trans, Mar Cambrollé, que sí está en la nueva ejecutiva como secretaria LGTBIQA+. También se sumaron a la lista la activista propalestina Belén Habbob, el comunicador antirracista Guillermo Akapo o Francho Aijón, padre de Javitxu, uno de ‘Los 6 de Zaragoza’, seis jóvenes detenidos en una manifestación antirracista. 

En lo político, la asamblea de Podemos y la intervención que lanzó Belarra tras la primera reunión del nuevo CCE no aportó demasiadas novedades sobre la hoja de ruta del partido, que ha abrazado una oposición férrea al gobierno de coalición, especialmente después de los planes de Pedro Sánchez de incrementar el presupuesto militar para cumplir con el 2% del PIB en gasto en defensa que le exige la OTAN. Podemos se refiere a la coalición de PSOE y Sumar como “gobierno de la guerra”.

Ese escoramiento de Podemos lo deja en ocasiones fuera del bloque de la investidura en el Congreso. Esta semana, fue el único partido de los habituales socios del Gobierno que se desmarcó con una abstención del paquete de medidas contra los aranceles de Donald Trump, en una foto extraña en la que el Gobierno consiguió incluso atar el apoyo de Unión del Pueblo Navarro (UPN) pero no el de los de Belarra. La votación dejó al PP, a Vox y a Podemos como las únicas formaciones que no se sumaron al texto, que salió adelante sin problemas.

Un homenaje a Anguita reunirá a Maíllo y a Irene Montero

La actitud de Podemos contra el Gobierno, en el que están los partidos de Sumar, hace más difícil pensar en una candidatura de unidad para las próximas generales, pese a las llamadas que primero Izquierda Unida y después otras fuerzas como Movimiento Sumar han hecho a revalidar la coalición del 23J. Una precuela de ese capítulo se está empezando a rodar ya en Andalucía, donde las fuerzas del grupo parlamentario Por Andalucía trabajan en las negociaciones para dar forma a la coalición con junio como horizonte para dilucidar quién quiere y no quiere estar en la candidatura.

El Partido Comunista de Andalucía ha planteado ya al resto de fuerzas un sistema de primarias abiertas, con censo nuevo, un ofrecimiento a Podemos, que ya hace un año y medio aprobó un documento político para rechazar cualquier coalición electoral que no ofreciera pactos justos o en su lugar un sistema de primarias abiertas para establecer las candidaturas.

En mitad de todo este debate, el miércoles se producirá una imagen curiosa. Un homenaje al exdirigente de IU, Julio Anguita, organizado por la Fundación Prometeo en Córdoba, juntará en una misma mesa a Antonio Maíllo, líder de Izquierda Unida, y a la número dos de Podemos, Irene Montero. Se trata de un homenaje en el que también estarán el exdiputado y miembro del Consejo Nacional de ERC, Joan Tardá, y el eurodiputado de Bildu, Pernando Barrena. Fuentes de IU rebajan la importancia de esta coincidencia y aseguran que Maíllo aceptó sin saber qué otros invitados asistirían, pero el encuentro, a raíz de esta foto, tendrá un foco especial en mitad de la reorganización de la izquierda.