El primer ministro británico, Keir Starmer, ha anunciado que tiene previsto llevar a cabo nuevas sanciones contra el Kremlin, con el objetivo de «destruir» la flota en la sombra de Vladímir Putin, formada por hasta 100 petroleros que han estado continuando su trabajo a pesar de las sanciones.
El anuncio se ha producido momentos después de que la Fuerza Expedicionaria Conjunta (JEF) mantuviera una reunión en Noruega, donde se espera que anuncien un nuevo paquete de ayuda a Ucrania, así como otros programas que podrían ayudar a las naciones de JEF a aprender de la experiencia de Kiev.
Algunos de los motivos por los que dicha flota preocupan a occidente es que, además de evadir las sanciones internacionales, también dañan infraestructuras críticas mediante la «navegación imprudente», como los ocasionados en el cableado submarino del Mar Báltico.
«La amenaza de Rusia a nuestra seguridad nacional no puede subestimarse, por eso haremos todo lo que esté a nuestro alcance para destruir su operación de flota en la sombra, privar a su máquina de guerra de los ingresos de petróleo y proteger la infraestructura submarina de la que dependemos para nuestra vida cotidiana» señaló Starmer.
La JEF es una coalición militar de los países del norte y el este de Europa, entre los que se encuentran el Reino Unido, Dinamarca, Finlandia, Noruega, Suecia o Islandia, y que se encuentra en funcionamiento desde 2018.
