A pesar de enfrentar grandes problemas económicos, el Kremlin continúa invirtieron miles de millones en el desarrollo de su industria armamentística. Cientos de especialistas investigan y modernizan constantemente los drones de ataque, construyen nuevos edificios para fabricarlos y aumentando la producción de todas las formas posibles.
En unos documentos de la empresa privada de inteligencia Dallas, a los que ha tenido acceso el medio ucraniano Canal 24, se investigaron las actividades de la Corporación de Cohetes Tácticos (KTRV), que es uno de los mayores actores de la industria de defensa rusa. Su presidente, Boris Gryzlov, es un aliado cercano al presidente Putin. «Un político muy influyente que ha ocupado muchos cargos en el gobierno ruso en las últimas dos décadas».
Dentro del holding, una empresa privada es responsable de proporcionar piezas y componentes a todas las plantas de la corporación. De acuerdo a la información difundida, sus empleados se encargan de la logística, la contratación y la organización de la elusión de las sanciones para comprar piezas extranjeras. El valor de sus productos «aumentó casi siete veces» entre 2022 y 2023.
Tras el inicio de la invasión rusa en Ucrania y la imposición de sanciones occidentales, los rusos se vieron obligados a acelerar significativamente la transición a productos de otros fabricantes, y esto «golpeó duramente a la industria de los misiles». Sin embargo, la demanda de misiles ha aumentado «significativamente» en los tres primeros años de guerra. «Para aumentar el volumen de producción de misiles, los rusos tuvieron que cambiar sus fábricas a tres turnos, buscar una gran cantidad de nuevos proveedores y reemplazar aquellas piezas fabricadas en el extranjero que sólo ellos podían producir ellos mismos».
De este modo, y según la documentación consultada por el digital, Rusia y sus naciones aliadas centran sus esfuerzos en la producción de altímetros, un componente imprescindible para el funcionamiento de los misiles. Ahora Moscú puede construirlos sin utilizar piezas occidentales.
«Basándonos en el volumen de pedidos de piezas de altímetros, podemos estimar aproximadamente los planes de Rusia para producir X-101», reza la publicación. Rusia tiene previsto producir 633 de estos misiles de crucero en 2025, así como 223 misiles de este tipo en 2026. «Podemos decir con confianza que Moscú, hasta cierto punto, ha tenido éxito con el X-101, el misil de crucero más masivo y mordaz de la Fuerza Aérea de Ucrania».
En cuanto a las características que lo hacen el «mejor misil de crucero del mundo», según el digital Top War, el arma porta un sistema muy complejo que le permite calcular con precisión la ubicación en el espacio en vuelo. En declaraciones al medio, el doctor en ciencias técnicas, Boris Obnosov, revela que el arma «multiplica la velocidad por tiempo y aproximadamente sabe cuánto ha volado, en qué dirección». «Tiene características insuperables en rango, velocidad, precisión», concluye.
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