Aunque el ejército ucraniano esté perdiendo casi todo el territorio ocupado en el óblast de Kursk, no todo es de color para los soldados de Putin. El ejército ruso no sólo depende de los norcoreanos en el frente, sino que también envía a la muerte a soldados en muletas y en sillas de ruedas como carne de cañón.
En declaraciones recogidas por el medio Welt, el jefe del Estado Mayor General del ejército ruso, Valery Gerasimov, afirmó hace unos días que «Ucrania ha sufrido una dolorosa derrota» y por primera vez, elogió al ejército coreano. «Los soldados y oficiales que lucharon codo con codo con los soldados rusos para repeler la invasión en Ucrania mostraron un alto profesionalismo, firmeza, coraje y valentía«, aseveró.
De acuerdo a la información difundida, la historia de éxito de Moscú fue puesta en entredicho tan sólo un día. En este sentido, «los blogueros militares prorrusos acusaron a Gerasimov de mentir y también informaron de nuevos combates».
Además, Ucrania también ha negado la perdida de territorio en Kursk y habló de «trucos propagandísticos». En un comunicado en la red social Telegram, las fuerzas armadas del país confirmaron que seguirán manteniendo sus posiciones en el lugar. No obstante, el territorio controlado por Kiev, es ahora solo una fracción del territorio que capturó en agosto. Tal y como se apunta en la publicación, en ese momento, las fuerzas armadas ucranianas pudieron capturar más de 1.000 kilómetros cuadrados en sólo cuatro días después de su ofensiva.
Pero esto «no es motivo» para que el Kremlin celebre. El presidente Putin dio a sus soldados un plazo de cuatro semanas el año pasado y luego lo extendió por dos meses para recuperar territorio ruso. Al final, «se necesitaron ocho meses para que las fuerzas armadas ucranianas retrocedieran de manera decisiva, y solo con la ayuda de las tropas norcoreanas».
El norcoreano Kim Jong-un ha enviado 11.000 soldados para apoyar a su aliado en el territorio ocupado. Además, también está suministrando piezas de artillería y misiles de largo alcance para los mortíferos ataques aéreos contra pueblos y ciudades ucranianas. Sin su apoyo, «Rusia habría tenido que reducir significativamente la intensidad de su guerra de agresión en Ucrania hace mucho tiempo».
De este modo, y tal como informa el Instituto del Estudio de Guerra (ISW, en sus siglas en inglés) de Estados Unidos en su último informe, el ejército ruso no ha avanzado más en la región de Kursk ni en Belgorod en los últimos días. «La pesadilla de los soldados ucranianos en suelo de la Federación Rusa está lejos de terminar para el Kremlin».
En declaraciones al medio, Phillips P. O’Brien, profesor de estudios estratégicos en la Universidad de St. Andrews en Escocia, revela queel ejército de Putin «parece estar agotado». «Se está quedando sin vehículos y está agotando a sus soldados sin mostrar realmente ningún éxito». Esta reducción de la fuerza se demuestra con el envío de soldados «en muletas e incluso sillas de ruedas». «Vemos una fuerza que se está desintegrando ante nuestros ojos», escribe O’Brien, que además añade que «están atrapado en un atolladero».
El norcoreano Kim Jong-un envió 11.000 soldados para apoyar a su aliado en el territorio ocupado. Pyongyang también está suministrando piezas de artillería y misiles de largo alcance para los mortíferos ataques aéreos contra pueblos y ciudades ucranianas. Sin su apoyo, «Rusia habría tenido que reducir significativamente la intensidad de su guerra de agresión en Ucrania hace mucho tiempo».
Por el momento, y con la presión del gabinete de Trump, Rusia anunció este lunes un alto el fuego a corto plazo del 8 al 11 de mayo con motivo del aniversario de la Segunda Guerra Mundial sobre la Alemania nazi.
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