El Real Madrid completó este domingo su primera sesión de entrenamiento en Florida y decenas de aficionados se amontonaron en la rotonda de entrada a The Gardens North County District Park, el cuartel general del conjunto blanco en Palm Beach, a 100 kilómetros al norte del centro de Miami. Un parque público con siete campos multiusos, dos zonas de juegos acuáticos, seis pabellones, dos parques infantiles y nueve hectáreas de reserva natural. En este Mundial de clubes, parte de ese terreno ha sido elegido por el cuadro de Xabi Alonso para construir su pequeño búnker en el sur de Florida.
Los blancos aterrizaron el sábado por la tarde en el aeropuerto internacional de Miami, durmieron en su hotel de concentración, el Four Seasons de Palm Beach, y el domingo sintieron por primera vez el césped de The Gardens después de media hora en autobús. Una planificación en la que el departamento de logística del club lleva trabajando durante el último año, porque a pesar de que The Gardens es una instalación ofrecida por la FIFA y ya contó con la presencia de la selección de Uruguay en la última Copa América, el Madrid ha tenido que invertir dinero y recursos en adecentar el lugar para el Mundial.
«Lo hemos hecho todo nosotros. Aquí no había casi nada», cuentan voces desde dentro de la concentración del cuadro español. Entrar en la zona madridista de The Gardens implica pasar tres controles de seguridad, donde se mezcla la policía local con miembros de seguridad del parque y del Madrid. A la entrada, un primer campo que no está siendo utilizado por los blancos, con un pequeño lago a la derecha y una comisaría de Policía improvisada para la ocasión. La seguridad es clave en este torneo, tanto para la FIFA como para los clubes y para las autoridades locales. Nadie quiere repetir los incidentes de la Copa América, donde se vivieron escenas dramáticas en la final, con avalanchas y disturbios, y tanto en la concentración del Madrid como en la del resto de clubes hay policía y seguridad privada.
Al superar los controles avanzamos por un camino pegado a un pequeño lago y llegamos a un nuevo punto de seguridad y a la ‘pequeña Valdebebas‘ del Madrid en Miami, como la llaman algunos miembros del club entre risas: dos campos de fútbol pegados para las sesiones de entrenamiento, una grada para la prensa y para los trabajadores del club, otra carpa para miembros de la expedición, como el departamento de protocolo o la dirección, y al otro lado de los campos de fútbol una carpa gigante con un gimnasio, también construido para la ocasión, que dentro tiene sauna, piscinas de frío y calor, salas de fisioterapia y vestuarios. Todo a cuenta del Madrid, que ha preferido invertir en la comodidad de sus futbolistas.
De hecho, los blancos, según fuentes del club, han tenido que invertir también en el césped de los campos de entrenamiento, comprado a una empresa de Estados Unidos para sustituir el anterior, que no estaba en el estado adecuado. Un detalle curioso teniendo en cuenta que el recinto será sede de entrenamientos de la selección designada durante el próximo Mundial 2026.
A media hora, el hotel. Un resort de lujo pegado al mar donde el Madrid, si es primero de grupo y debe jugar los octavos en Miami, podría estar más de 20 días. El Four Seasons de Palm Beach tiene suites a 8.000 dólares la noche y todas las comodidades: playa privada, spa, restaurantes, salas de juego y hasta tiendas de lujo. Un recinto deseado también para bodas, como pudo comprobar el sábado por la noche Rodrygo desde su habitación en un vídeo que compartió en sus redes.
Ahí pasará Xabi Alonso el primer mes de convivencia con su plantilla, un pequeño campamento de verano que servirá para «hacer equipo», como reconoció el técnico en Miami. «Se tiene que acelerar todo porque tenemos poco tiempo para conocernos y entrenar. Empezaremos a hacer equipo. Venimos con ganas e ilusión», dijo.